"The critic is who can translate into another manner
or a new material his impression of beautiful things.

The highest, as the lowest, form of criticism is a mode of
autobiography".
WILDE, Oscar.

dilluns, 22 de juny del 2009

Amor y añicos II


“Sabes, nunca imaginé que el amor fuese tan imperfecto y tu tan perfecta”, dijo Harry con media sonrisa. “Vaya, porqué sé que esto irá directamente a tu nuevo guión, porqué sino me lo creo y me enamoro de ti”, contestó la chica con ojos irónicos. Harry volvió a sonreír, pero no sabía exactamente como tomarse el comentario. Se mordió el labio inferior y la miró de reojo. ¿Sería verdad que al fin habría perdido su credibilidad con sus propias frases cinéfilo-románticas? Seguramente. Su leve esperanza se había congelado con el hielo del café macchiato. Ah, qué escalofrío. Quería que ella le creyera. Lo necesitaba. Desde aquel día tan surrealista, tan cinematográfico, en el Bracafé, que lo quería. Habían compartido sonrisas y una curiosa charla. Luego habían intercambiado algún guión y alguna idea después de una buena dosis de cine. Hasta le había ayudado a olvidar su anterior desastroso romance. Pero por Dios, era la guionista más escéptica que había conocido nunca. Veían el mundo al revés. Harry, ensimismado en su mundo ficcional. Ella, ni se creía ya sus propias frases adornadas contra el convencialismo emocional. Así que, ¿quería convenciones? Vaya. Harry no las tenía. Fantástico.
Pasó cierto tiempo. Guiones, citas frustradas y de pronto, aquel día. Sí, se acordaría siempre. Harry y ella. Ella y Harry. En un café del puerto. Terraza al viento, dos capuchinos y ese guión redondo. Harry le leyó lentamente su guión:
“All you need is Acid Jazz”. Le dijo él a ella al oído. “Eh, óyeme bien, te quiero a mí lado. Sí, aquí, cogiéndome de la mano”. Susurró ella con un cigarrillo al regaliz. “Mira, esa nube sarcástica nos avisa que no tenemos tiempo”, contestó él. “Ah, qué fastidio: el regaliz me ha dejado ese gusto tan amargo. El de despedida. Corre, acércate, quítamelo y llévame contigo aunque no puedas”. “Pero, ¿recordarás este cóctel de mariposas en el estómago y regaliz?”, preguntó él. “Depende. Porqué yo me quedo aquí, Acid Jazz y con regusto suave. All you need is me”.
Harry suspiró al terminar de leer el final, mirándola expectante. Ella se quedó muy seria. Demasiado. Harry ahora podía entender las mariposas en el estómago. Sus manos se rozaron. Después sus labios de café. Él sonrió y pensó en su película favorita. Al final Harry había encontrado a Sally.

2 comentaris:

  1. uuuuff...quina perfecció tan guai, tan Núria.
    és...això...bàsicament perfecte.

    i quin final més tendre, m'encanta com el descrius!

    :)

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